Fabiana

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"Una historia esperaba para ser escrita, escondida detrás de años enmarañados y desprolijos, donde se fueron tejiendo múltiples fantasmas, que amenazaban a cada instante con golpear la realidad. Una historia esperaba a que una mujer se atreviera a desgajar momentos y a enfrentarse con aquellas cosas que habían, poco a poco, cargado cada instante de significado. Una historia, una mujer, la vida."

miércoles, 23 de diciembre de 2009

Amo la Vida - Conclusiones -

Hace bastante tiempo , cuando escribir era apenas un incipiente proyecto, me preguntaron dónde iba a escribir la palabra “Fin” en esta historia, y hasta hoy no pude encontrar una respuesta, porque creo sinceramente en que no hay un final en este proceso, tan sólo preguntas que se abren interminablemente, como alguna vez me escuché decir en terapia: “cada vez que logro ver algo con un poco más de claridad, hay algo más allá que apenas se asoma para mostrarme que todavía mis aprendizajes continúan“.
Elegí contar esta historia, porque es la mía, y porque necesitaba poner en palabras mis propios sentimientos para poder comprenderlos y transformarlos. Es también la historia de un proceso de cambio que transformó mi vida desde la desolación y confusión más avasallantes que haya sentido hasta la plenitud y la felicidad de muchos de los momentos actuales que me ha tocado atravesar.
“Amo la Vida” cuenta la historia de los millones de aprendizajes que emprendí en esta última etapa, en la que me atreví a encontrarme con aquellos aspectos de mi misma que me estaban enfermando, las famosas mochilas que cargaba diariamente, las culpas que yo misma me inventaba para justificar mis propios errores y frustraciones, las ausencias que signaron muchos de los momentos y las cosas que siempre estuvieron allí, sin que me atreviera siquiera a mirarlas.
Es la historia de una curación bastante más profunda que la de las células enfermas que habitaron mi mama, quizás el síntoma que me enfrentó a mis propias ganas de vivir y de sanar internamente. Sigo creyendo que no se trata de una batalla agotadora e interminable en la que hay vencedores y vencidos, sinceramente, porque he tratado de vivirla como un encuentro con mis propias células, que se transformaron poco a poco en el vehículo que mi cuerpo encontró para transmitirme que debía pensar un poco más en mí.
En este ir y venir lleno de palabras y reflexiones sumé fuerzas y energías, me entregué a la medicina convencional e inicié una búsqueda interna, para tratar de conocerme a fondo. Tuve muchos vaivenes y me sumergí en ellos, con la seguridad que iba a salir adelante cuando pudiera comprender lo que me sucedía. Sentí miedo, lloré , me enojé y grité asustada en muchas ocasiones, pero en otras me encontré serena y segura como nunca había estado en mi vida , me dejé sostener y sostuve, me abrí a todo lo que pudiera recibir y dejé partir todo aquello que me hacía daño o vibraba en otra frecuencia.
Como cada una de las personas que me rodean y que se encuentran leyendo ahora estas palabras, desconozco cuánto tiempo voy a transitar esta camino que me ha tocado vivir, ni con quien voy a hacerlo, por eso me sumerjo en todo el amor que recibo con la fuerza y el deseo irrefrenable de aquello que puede no estar mañana, porque puede suceder que cada uno de nosotros elija otro camino o tan sólo transitarlo junto a otras personas, o quizás simplemente se trate de que la vida comienza a escurrirse , tal cuál comenzó, para transformarse en otra cosa y renacer con nuevas fuerzas en algún mágico lugar del cual no tenemos aún referencias.
Esta ha sido mi extensa carta de agradecimiento a todos quienes me han acompañado en el transcurso de este proceso maravilloso que me ha permitido crecer hasta convertirme en quien soy, tan sólo una persona que sigue buscando.


Gracias sinceras y profundas a un increíble médico, que la vida puso en mi camino, un ser brillante por donde se lo mire y contenedor como pocos, capaz de decir las verdades más dolorosas y sostener la mano de quien las recibe, que ha dispuesto desde el comienzo de todos sus saberes para sacar adelante a este “torito”, como le gusta llamarme, y que ha jugado esta partida de ajedrez sin resignarse a “pedir tablas”.
Gracias también a mis incondicionales compañeras de escuela, a Marce, y su mágica muñeca de cerámica, a Bettina y las cosas que acercó a mi vida de una manera “casual” y a Maby, por su presencia constante y sostenida en cada momento, por las múltiples risas que inventaron tan sólo para verme sonreír, por los encuentros y los cafés interminables, por las tardes de sol en la plaza, por las llamadas permanentes, por la compañía de cada día y por demostrarme que “de esto salimos juntas” y con más fuerza que antes.
Gracias a “mis contactos”, que me acercaron millones de recetas mágicas y pócimas milagrosas, que pusieron su energía a disposición y que acompañaron infatigablemente todos mis procesos, a cada uno de ellos, mis gracias interminables, a Caro y sus ingeniosos mails llenos de anécdotas que alegraban mis días, a Ale y Jorge con sus constelaciones, a Ángela y Roberto con sus plegarias, a Angie con la fuerza de quien comienza en la docencia, a Ariana y sus esfuerzos por traer el libro de Simonton a mis manos, a Patricia, que me enseñó el valor de la unción a los enfermos, a Lorena y su energía contagiosa, á los montones de papás de alumnos que se interesaron, me escribieron y me hicieron llegar las palabras mas hermosas cuando más las necesitaba, a los que me regalaron dibujos increíblemente bellos para que me acompañaran, a Clara y sus mágicas enseñanzas sobre la Ley de atracción, a Marcela B. y su afecto incondicional de siempre, a Vivi y la magia de sus manos puesta al servicio de la creación más hermosa. Gracias a Elena, por acercarme siempre tus palabras bellas y sentidas.
Gracias a quienes reencontré en este camino como si fueran un oasis, donde refugiarme, a mis tíos Betty y Cacho, que me devolvieron el sentido de familia que hacia tiempo había perdido en algún rincón , Gracias por los mimos cuando no podía con mis dolores, por haber encontrado una mirada al despertarme en una cama ajena de hospital. Gracias a mis primos Vero, Dani y Adrián, que se acercaron para que volviéramos a encontrarnos.
Gracias a quienes estuvieron preguntando, sosteniendo, ayudando y acompañando a mi familia, a los compañeros de Gus de trabajo, a Ariel por el dibujo maravilloso del pac-man que me acompañó tantas veces.
Gracias también a Osvaldo , Jorge, Sole y Ele por haber resistido las locuras y las ausencias de quien debía sostenerme, dejando todo para estar a mi lado.
Gracias a cada una de las personas que gritaron presente, a cada instante y que llevaban la cuenta de cada uno de los instantes de este proceso, y a quienes nombrar sería muy extenso y difícil, a Alicia, Nora, Cecilia y José Luis, en representación de todos ellos.
Gracias a todos los seres que conocí y de los que aprendí algunas cosas maravillosas, de quienes sólo sé algunos datos.
Gracias a Claudia que se cruzó en mi camino para enseñarme algunas cosas que no sabía y que tuvo el valor de hablar de sus propios miedos, pero que hoy no puede leer estas palabras, pero quizás desde algún lugar sepa que dejó algo en mí.
Gracias a mis compañeras de rayos y quimioterapias con quienes reímos, lloramos, charlamos y atravesamos juntas las cosas que navegaban en nuestro interior.
Gracias a los ángeles que la vida cruzó en mi camino, a Cora y Sofía , por haber sido una fuente inagotable de energía permanente, por la paz con que me abrazaron cada día, por las enseñanzas y los lindos momentos que pasamos juntas.
Gracias a Otto por haberse transformado en mi maestro en tantas cosas nuevas que ni siquiera intuía. Gracias Hugo, por las enseñanzas que lográs transmitir en tu escuela.
Gracias también a Silvia y a Andrés, por haber estado desde el comienzo en disponibilidad absoluta y por todo el amor constante que me prodigaron desde siempre. Gracias Silvia por haberme regalado la frase “ empezaste a curarte cuando recibiste el diagnóstico” . Gracias Andrés por lo que dijiste a mi oído cuando Chari cumplió años , con la seguridad de quien sabe cómo estoy sintiendo este momento. Gracias a mi sobrina hermosa, por su dulzura permanente, por haberme ido a visitar cuando apenas podía mirarme, por haberme permitido compartir sus nervios y sus ansías en la preparación del cumple, simplemente por haber estado.
Gracias especiales a Sari, mi increíble suegra, mi maravillosa compañera de quimioterapia, que se bancó estoicamente estar a mi lado cada una de las aplicaciones , tan sólo para mimarme a más no poder y transformar juntas esos ratos tan extensos. Gracias , por haberte transformado en la crítica número uno de cada una de mis palabras puestas en papel.
Gracias a todos los que estuvieron allí para ayudar, dar una mano, acompañar a mis hijos y mi familia, cuando más lo necesitaban, por brindarles espacios para soltar sus propias angustias. A Norma, del hospital, que me maravilló siempre con sus palabras y su sabia presencia. A Olga que sostuvo mi hogar para que siguiera funcionando, como si fuera propio, que sostuvo mi mano y rezó varias noches mientras yo sólo dormía. A Juan y su mamá por estar allí para Mai, por asomar la sonrisa en la sala del hospital, cuando no entendía donde estaba.
Gracias infinitas a Dani y a Patricia , que no sólo son amigos de esos del alma, sino también unos médicos increíbles que se arremangaron con nosotros para responder los millones de preguntas y acompañarnos a cada paso.
Gracias a mi terapeuta, por su entrega y comprensión, por haberme acompañado en este camino de búsqueda, por algunas extensas sesiones, cuando eran necesario, por las visitas al hospital y por las intervenciones certeras con que guiaste mi camino.
Por último, quedan mis gracias especiales a los seres más increíbles que me trajo la vida, a Julián , a Vic y a Mailén, que demostraron ser seres bellos , increíblemente sanos y buenas personas, que me cuidaron y abrazaron a más no poder, que decidieron decir presente y crecer de golpe cuando más los necesité, que me regalaron el amor más perfecto, el que nace desde el alma , el más sincero, el que se ríe de nuestros defectos y nuestros aciertos, el que inventa las millones de maneras de arrancarnos una sonrisa.
Gracias Mai por haberme dicho que te gustaba que sea tu mamá, cuando más me hacía falta escucharlo. Gracias Juli por haberme dado la seguridad de que todo iba a salir bien, cuando sentía que no podía acompañarte como deseaba. Gracias Vic, porque la vida nos cruzó de una manera casual y sin lazos de sangre que nos unieran, pero pudiste regalarme tus sueños y hacerlos míos, porque pudiste proyectar a partir del dolor, porque estuviste ahí, como si hubieras sido parte de mi vida desde el comienzo. A todos ustedes, simplemente gracias porque sentí muchas veces que la vida me había regalado mucho amor al conocerlos y descubrir los millones de cosas que nos acercan.
Gracias Gus, mi amor, por haber permanecido a mi lado cuando ni yo misma era capaz de tolerarme, por haberme llenado de amor y de placer cuando no podía encontrar la salida y sin embargo me acompañaste pacientemente a dar cada paso juntos, despacio, respetando mis tiempos, porque me demostraste que aquello que nos unió sigue con tanta fuerza latiendo, que se transforma en indestructible, porque has sido mi fuerza y mi sostén, en toda esta búsqueda, porque alentaste todo aquello que emprendía y deseaste siempre, de la manera más sincera , que fuera feliz, sea cuál fuera la forma que yo encontrara para lograrlo. Gracias también por haberme demostrado que todo puede comenzar infinitas veces, tan sólo hace falta el valor de intentarlo y seguir soñando juntos.

Sinceramente , GRACIAS

2 comentarios:

Carmen dijo...

Querida Fabi: esta crónica de vida no tiene desperdicio y yo, como muchos, agradezco tu generosidad por compartir este aprendizaje. Espero asumir con igual valentía y optimismo cualquier circunstancia crucial que me depare la vida. Un enorme abrazo.

clara mazza dijo...

Febrero 7, 2010, 9:08 am Clara Mazza dijo
Hola Fabi!!!
Magnifico tu libro.
Una manera diferente de llegar al que sufre, por una enfermedad, o por sus propios miedos no enfrentados!.
Desde mi lugar de lectora, te digo también gracias…. Si, gracias por enseñarnos, sin posturas heroicas, ni falsos arrojos ni valentías, con esta sencillez y humildad,( que descubriste mejor en este camino que estas atravesando ) que para el logro de las aspiraciones, no basta solamente con desearlo, es necesario un compromiso corporal, modificando la historia de cada célula, la postura del cuerpo frente a los desafíos, el despojarse de viejas mochilas, para caminar la vida con menos peso., y aceptar definitivamente la responsabilidad de que somos lo que pensamos y atraemos.
Difícil tarea, pero nos enseñaste a que se puede.
Gracias a vos Fabi, por todo lo que atreviste, por ayudardarnos a comprender que no hay solamente una puerta de salida, que existen otras opciones…SOLAMENTE HAY QUE ARRIESGARSE E INTENTARLO…

Clara Mazza